El gobernador Jorge Capitanich participó este martes del acto por el centenario de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) del INTA Sáenz Peña, donde dejó inaugurada la obra de acceso al complejo y firmó un convenio para el desarrollo de innovación algodonera. “Rendimos un justo homenaje a los 115 trabajadores y a todas y todos los ingenieros agrónomos que a través de su historia hicieron aportes al campo del conocimiento para el desarrollo de la provincia”, expresó.
El presidente del directorio del INTA, Mariano Garmendia, se hizo presente en esta celebración de la que también participó el ministro de Producción, Industria y Empleo, Sebastián Lifton; el director del INTA Sáenz Peña Iván Bonacic Kresic; la directora del centro regional INTA Chaco-Formosa, Diana Piedra; el intendente local Bruno Cipolini.
El INTA tiene un rol fundamental en el mejoramiento genético y varietal del algodón argentino, con grandes aportes en el acompañamiento a la siembra directa y a la mecanización del cultivo. En la obtención de los logros relacionados al mejoramiento genético en particular, es de gran significancia para la producción algodonera argentina, hoy incluso extendiéndose a países vecinos.
En ese sentido, Capitanich destacó el proceso evolutivo de la transformación genética del algodón, “que es una referencia emblemática para Sudamérica y el mundo”, y citó ejemplos de importantes desarrollos realizados por esta estación en dicha materia: el algodón agroecológico con énfasis en tecnología de proceso y la reciente obtención de la variedad SP21, un cultivo único en la Argentina que se destaca por el potencial económico y comercial de fibras finas y resistentes.
También puso en valor la vigencia de un convenio entre el Estado provincial y la EEA de la ciudad termal, que data de hace 50 años, para el estudio de capacidad y de uso de suelos. “En la provincia del Chaco en los últimos 15 y a 20 años tuvimos una expansión sustancial de la superficie sembrada. Hasta el 2005 en promedio teníamos 808.000 hectáreas con 1,4 millones de toneladas y la matriz agropecuaria era diferente. Del 2005 al 2023 vemos una expansión de casi 1 millón de hectáreas de superficie sembrada en la provincia y un incremento a casi 4 millones de toneladas en promedio”, indicó el gobernador.
“Gran parte de la expansión de las tasas de rendimiento se debe a esta institución, que es la que ha generado mayor impacto tecnológico y generación de empleos vinculados a las cadenas de valor agropecuarias”, aseguró Capitanich. Por eso consideró importante realizar un homenaje a todos los profesionales que trabajan en la institución y a quienes a lo largo del tiempo “hicieron aportes de conocimientos para que la provincia pueda tener una transformación cualitativa y cuantitativa, para que se sostenga el nivel de actividad y producción”.
En ese sentido destacó la Ley Nacional 25.641 – de la que fue parte en su confección- que destina un porcentaje del comercio exterior para financiar la actividad del INTA. Señaló que es una legislación fundamental porque sin financiamiento que permita la afectación específica de más recursos para la investigación y el desarrollo, no habría aumento de producción y productividad.
“La investigación y el desarrollo es una política que merece tener una consenso en la sociedad, porque si no, no hay progreso tecnológico, ni incremento de productividad y rendimiento y así no tenemos capacidad para proteger el ecosistema productivo donde se puedan generar las condiciones para el progreso de nuestras comunidades. Ese es nuestro desafío”, sostuvo el mandatario.
Previo al acto inauguró la reconstrucción del acceso a la EEA, en la que se invirtieron $116.927.730 a través de la Dirección de Vialidad Provincial (DVP). La obra tiene una extensión de 2.360 metros lineales que mejoraron la transitabilidad y la accesibilidad tanto a las oficinas como a los laboratorios.
Además firmó un convenio de cooperación con la Fundación ArgenInta por el cual el Ministerio de Producción, Industria y Empleo se compromete a coparticipar al INTA $2.500.000 de los fondos de la Ley Algodonera destinados al Chaco, tendientes a la generación de tecnología para el desarrollo de innovaciones. Fue rubricado por el gobernador, la directora regional y el presidente del Consejo Asesor de INTA.
“El algodón, una economía nacional”
Mariano Garmendia aseguró que 100 años atrás, cuando se creó la estación experimental de Sáenz Peña, “eran tiempos de pioneros donde nacía una patria y el Chaco todavía no era una provincia, por lo que el desafío era enorme”. “Sin embargo, su creación fue la construcción fue un proceso virtuoso que impactó en todo el país porque el algodón no es sólo una economía regional, se transformó en una economía nacional, y hoy es un cultivo que representa trabajo de calidad para los argentinos”, expresó.
Iván Bonacic agradeció al gobernador en particular y al Gobierno provincial en general por el apoyo constante y el trabajo en conjunto. Aseguró que hoy el INTA “tiene capacidad de reacción y respuesta intacta”. “Tenemos que seguir potenciando porque es una herramienta fundamental para desarrollar el sector productivo. Cuidemos el INTA, es de todos y para todos, tiene mucho más para dar todavía”, aseguró.