Acumulado 2022
El balance de año muestra, hasta el octavo mes, un crecimiento de la base monetaria de $537.348 millones, lo que implica un ritmo de expansión interanual del 46,2%, bien por debajo de la inflación, y en el 2022 por debajo del 15%. Los culpables de esta emisión han sido el sector público y el financiero.
Por un lado, el BCRA le otorgó al Tesoro $620.051 millones vía Adelantos Transitorios, pero parte de esa emisión se compensó con la venta de divisas al Tesoro por $82.151 millones más otros $435.373 millones absorbidos vía incremento de los depósitos oficiales en el Central. La venta de divisas al sector privado apenas aspiró $8.290 millones. Por otro lado, entre las fuertes intervenciones del BCRA en el mercado de bonos y de futuros y el pago de intereses, hubo una emisión de casi $2,6 billones ($1,5 billones de intereses y $1,1 billones de “Otras operaciones”). Toda esta expansión fue absorbida vía Leliq y Notaliq por casi $4,1 billones, más otros $1,9 billones vía Pases.
En cuanto al comportamiento de los agregados monetarios vale señalar que durante agosto el Circulante creció en promedio 0,1% frente a julio, lo que implica una caída en términos reales de más del 5,5% (principalmente por el lado de las tenencias del público). En el acumulado del año, acumula un crecimiento promedio del 52%, también por debajo de la inflación acumulada. De modo que sigue en niveles mínimos en términos del PBI. Por su parte, el M2 privado creció a un ritmo del 0,5% mensual, o sea, también cayó en términos reales.
Por último, el agregado M3 privado se expandió en promedio de más del 3% mensual, lo que marca una caída en términos reales interrumpiendo el crecimiento real encadenado en los tres meses anteriores. Al respecto, cabe señalar que si bien los depósitos a plazo fijo crecieron casi 2% mensual en términos reales, esto no compensó la caída real de los depósitos a la vista.