El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, afirmó este sábado que “está en camino la siguiente fase” de la ofensiva contra el movimiento islamista palestino Hamas, tras vencerse el ultimátum dado a los civiles del norte de la Franja de Gaza, que continúan su evacuación hacia el sur ante una posible incursión militar terrestre, en medio de la preocupación de la comunidad internacional por la situación humanitaria en el enclave.
El premier visitó los kibutz de Beeri y Kfar Azza por vez primera desde la matanza cometida hace una semana contra sus residentes y que desencadenó la nueva escalada de violencia en la región que incluye constantes bombardeos sobre Gaza e intercambio de artillería entre las Fuerzas Armadas de Israel y el movimiento chiita Hezbollah en el Líbano.
En su encuentro con los militares instalados ahí, Netanyahu comunicó a los soldados que “la siguiente fase está en camino”, ante las perspectivas de una posible incursión por tierra a gran escala en la Franja de Gaza, la primera desde 2008.
El Ejército israelí, en tanto, dijo este sábado en un comunicado que se estaba preparando para “ampliar la ofensiva” sobre Gaza y aseguró que eso incluye un “ataque conjunto y coordinado desde el aire, el mar y la tierra”.
“Los batallones y soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se están desplegados por todo el país y están preparados para aumentar la preparación para las próximas fases de la guerra, especialmente para una operación terrestre significativa“, añadió el texto, según el diario Times of Israel.
Israel, que había prorrogado hasta la tarde el ultimátum, designó esta sábado dos rutas seguras para que los habitantes de la parte norte del enclave, poco más de un millón de personas, se dirijan hacia el sur, en una orden que fue rechazada por la ONU, ONG humanitarias y la Unión Europea (UE).
“Sabemos que tomará tiempo, pero aconsejamos a la gente no demorarse”, declaró a la prensa un portavoz militar, Richard Hecht, horas después de cumplirse el plazo inicial de 24 horas para abandonar la zona.
La Franja de Gaza, de 362 km2 y cerca de 2,4 millones de habitantes, está situada entre Israel, Egipto y el mar Mediterráneo y sometida a un bloqueo de Israel desde 2007. La salida por Egipto, el paso de Rafah, se encuentra cerrado.
Los daños de la guerra
Desde el inicio de los enfrentamientos, el sábado último, tras un sangriento ataque de Hamas, alrededor de 1.300 personas murieron en Israel, 258 de ellos soldados, según el Ejército, y otras 2.215 fallecieron del lado de Gaza, entre ellas 724 niños, de acuerdo con las autoridades palestinas.
Los tres grandes hospitales de la Franja de Gaza, uno de ellos de asistencia infantil, anunciaron este sábado que no acatarán la orden de evacuación, ante la imposibilidad de un traslado y para poder seguir atendiendo a los pacientes, en medio de la continuidad de los bombardeos israelíes en la zona.
Más de 1.300 edificios de la Franja de Gaza fueron completamente destruidos, informó este sábado la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al cumplirse una semana de los intensos bombardeos del ejército israelí tras la incursión de Hamas en territorio israelí.
Unas 5.540 viviendas “fueron destruidas” en estos edificios y otras 3.750 sufrieron daños tan graves que no puede ser habitadas, precisó la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés).
Además, la agencia de la ONU especializada en los refugiados palestinos alertó que hay más de dos millones de personas en la Franja de Gaza que se están quedando sin agua potable ante el bloqueo de la entrada de ayuda humanitaria al enclave.
“En toda la Franja de Gaza, más de 2 millones de personas corren peligro de quedarse sin agua”, indicó el comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), Philippe Lazzarini.
En sintonía, Unicef alertó de que cientos de miles de niños y niñas de Gaza se encuentran en una situación “catastrófica” tras una semana de contraataques israelíes e instó a la necesidad de que todas las partes declaren un alto el fuego.
Mientras tanto, miles de gazatíes ya huyeron del norte hacia el sur del enclave en autos, micros, motos, en burro y a pie.
La ONU, Estados Unidos y la Unión Europea pidieron a Israel que retrase cualquier eventual ofensiva, para dar tiempo a los civiles a refugiarse.
El jefe diplomático europeo, Josep Borrell, calificó como “totalmente imposible de ejecutar” el plan israelí de evacuar a más de un millón de personas del norte de Gaza en un día.
“Estoy diciendo que, representando la posición oficial de la Unión Europea… (el plan de evacuación) es totalmente imposible de ejecutar”, declaró Borrell a periodistas en Beijing al final de una visita de tres días a China.
“Imaginar que puedes mover a un millón de personas en 24 horas, en una situación como la de Gaza, sólo puede ser una crisis humanitaria”, declaró a periodistas en Beijing al final de una visita de tres días a China.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó este sábado que su país trabaja con gobiernos de la región para “paliar las consecuencias humanitarias” de la nueva escalada de violencia.
“Estados Unidos está trabajando con los gobiernos de Israel, Egipto y Jordania -y con la ONU- para aumentar el apoyo, a fin de paliar las consecuencias humanitarias del ataque de Hamas, crear las condiciones necesarias para reanudar el flujo de ayuda y defender el cumplimiento de las leyes de la guerra”, indicó el mandatario en su cuenta de la red social X, antes Twitter.
Pero más allá de estas críticas, Israel insiste con llevar a cabo la evacuación: “Si se preocupa por usted y sus seres queridos, diríjase hacia el sur según las instrucciones”, escribió el portavoz en árabe del Ejército israelí, Avichay Adraee, a través de la red social X.
Netanyahu prometió destruir a Hamas, tras reunirse el jueves en Tel Aviv con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, que está en la región para encabezar gestiones diplomáticas.
El asesor de seguridad del Gobierno de Israel admitió este sábado que los servicios de inteligencia cometieron “errores” ante el sangriento ataque de Hamas del sábado pasado, que permitió que el movimiento palestino se infiltrara en territorio israelí, destruyera puestos militares, asesinara a cientos de civiles y capturara al menos 120 rehenes.
“Fue mi error y esto refleja los errores de todos los que hacen las evaluaciones (de inteligencia)”, declaró Tzachi Hanegbi, asesor de seguridad nacional, en una conferencia de prensa en Tel Aviv.
En paralelo, Hanegbi rechazó cualquier posibilidad de negociación para un canje de prisioneros con Hamas. “No hay manera de negociar con un enemigo al que hemos jurado exterminar”, afirmó el funcionario israelí.
El Ejército indicó este sábado que durante sus operaciones de esta semana en la Franja encontró los cadáveres de algunos de los secuestrados.
Una protesta en Tel Aviv en solidaridad con los rehenes, en la que participaron familiares de los capturados, derivó este sábado en un pedido de renuncia para Netanyahu, a quien acusaron de no estar interesado en las vidas de los israelíes que fueron llevados por Hamas a Gaza.
Mientras tanto, continúan los bombardeos sobre la Franja de Gaza y en uno de ellos murió uno de los jefes de Hamas que lideró el ataque masivo contra el territorio israelí el sábado pasado.
La fuerza aérea israelí “mató a Ali Qadi, un comandante de la unidad ‘Nukhba’ (“élite” en árabe) de Hamas, que dirigió el ataque contra localidades cercanas a la Franja de Gaza”, indicó un vocero militar israelí en un comunicado, sin especificar la localización exacta del bombardeo.
En estas últimas horas, Israel también anunció la muerte en un ataque en la Franja de Gaza del jefe de las operaciones aéreas de Hamas, Murad Abu Murad, considerado también como uno de los organizadores de la incursión que desencadenó la nueva escalada de violencia en la región.
En tanto, las Fuerzas Armadas israelíes y Hezbollah protagonizaron un nuevo intercambio de disparos a través de la frontera entre Líbano e Israel.
“Cualquier agresión israelí contra el Líbano tendrá una respuesta dura y rápida, sin dudarlo”, advirtió el jeque Nabil Kauk, miembro del Comité Central de Hezbollah, aliado de Hamas, en declaraciones a la agencia de noticias oficial NNA.
Por su parte, el Gobierno libanés anunció este sábado que presentará una denuncia contra Israel ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por el “asesinato deliberado” del camarógrafo Issam Abdallah, que murió ayer por un bombardeo en el sur del país, mientras que el Ejército israelí afirmó que “no está claro quién disparó” y que investiga lo ocurrido.
El periodista de la agencia de noticias Reuters falleció y otros seis reporteros, de la misma agencia, de AFP y del canal televisivo qatarí Al Jazeera, resultaron heridos en el bombardeo.
Télam