Kamala Harris aceptó este jueves por la noche la nominación como candidata y cerró la Convención Demócrata en Chicago.
Kamala prometió ser una presidenta para todos, que reconstruirá la clase media.
Al aceptar la nominación presidencial de su partido, Harris se distanció de las políticas de su rival republicano, Donald Trump, y prometió un enfoque basado en la defensa de los valores democráticos y los derechos humanos.
“No seré amigable con tiranos y dictadores como Kim Jong-un, quienes están deseando que gane Trump”, expresó.
“En estas elecciones nuestra nación tiene una oportunidad preciosa de dejar atrás la amargura, el cinismo y las batallas que nos dividen”, agregó, en referencia a su rival, el republicano Donald Trump. “¡No volvamos al pasado!”, gritaba la multitud.
“Seré la presidenta que nos una en nuestras mayores aspiraciones”, agregó. “Reconstruir la clase media será un objetivo de mi presidencia. Es algo personal. La clase media es de donde vengo”.
“Como presidenta, voy a mantenerme firme con Ucrania y con nuestros aliados de la OTAN”, declaró, al tiempo que subrayó su intención de contrarrestar cualquier amenaza a la estabilidad en Europa.
El conflicto en Gaza fue otro de los temas destacados en su discurso. Harris expresó su apoyo inquebrantable al derecho de Israel a defenderse y reconoció la situación humanitaria que la guerra ha causado en la región.