El Premio Nobel de Medicina recayó este lunes en los investigadores estadounidenses Victor Ambros y Gary Ruvkun por su hallazgo del microARN, un nuevo tipo de molécula ARN minúscula que tiene un papel crucial en la regulación de la actividad de los genes.
“El Premio Nobel de este año recompensa a dos científicos por su descubrimiento de un principio fundamental que actúa en la regulación de la actividad de los genes”, señaló el jurado de la Academia sueca a través de un comunicado.
Según indicó este lunes la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Estocolmo, ambos se interesaron sobre cómo se desarrollan los distintos tipos de células y así descubrieron los micro-ARN, una nueva clase de pequeñas moléculas de ARN que cuentan con un “papel crucial” en la regulación de los genes.
“Su revolucionario descubrimiento reveló un principio completamente nuevo de regulación génica que resultó ser esencial para los organismos pluricelulares, incluido los humanos. Ahora se sabe que el genoma humano codifica más de mil micro-ARN”, se detalló.
La comprensión de la regulación de la actividad de los genes ha sido un objetivo relevante para la medicina durante varias décadas, considerando que una regulación anómala puede contribuir al desarrollo de cáncer, diabetes o a la autoinmunidad.
De esta manera, el comunicado destacó que “el Premio Nobel de este año se centra en el descubrimiento de un mecanismo regulador vital utilizado en las células para controlar la actividad de los genes” e indicó que la información genética pasa del ADN al ARN mensajero (ARNm) por un proceso llamado transcripción y luego a la maquinaria celular.
Una vez en la maquinaria celular, los ARNm se transforman para que luego las proteínas se desarrollen según las instrucciones genéticas almacenadas en el ADN.
Fue en la década del 60 cuando se demostró que proteínas especializadas, también llamadas “factores de transcripción” se pueden unir a regiones específicas del ADN, controlando así el flujo de información genética y determinando qué ARNm se produce.
Posteriormente, se identificaron miles de factores de transcripción y por años se creían resueltos los principios fundamentales de la regulación génica. Sin embargo, en 1993, los actuales galardonados compartieron hallazgos inesperados describiendo un nuevo nivel de regulación génica.