Rápido de reflejos, el líder boina blanca salió a celebrar los resultados en su cuenta de X, dejando en claro la importancia del test. “Tremendo triunfo provincial. ¡Santa Fe se pintó de Unidos”, festejó el exministro de Seguridad santafesino. Antes, había sacado pecho por otro dato: “Recién concluyó una nueva elección en la provincia de Santa Fe y ya hay un dato que marca la fuerza de este proyecto: Unidos conducirá 145 localidades sin oposición”.
No obstante, Unidos quedó en deuda en la batalla rosarina -epicentro del comicio-, que se saldó con una victoria del peronista Juan Monteverde, quien cosechó el 30,5%, seguido por Juan Pedro Aleart, de LLA, con el 28,8%. En tercer lugar, lejos de la pelea central, se ubicó la postulante del intendente Javkin, Carolina Labayru, con 25,6%.
La “cuna de la bandera” acudió a las urnas con el objetivo de renovar 13 bancas de su Concejo Municipal. Tras la jornada, Más para Santa Fe se quedó con 5 escaños, mientras libertarios y pullaristas repartieron 4 cada uno.
Para el justicialismo, fue mucho más que una pulseada distrital: su victoria es una de sus primeras cucardas desde el 2023, cuando perdió la presidencia en manos de Javier Milei, además de numerosas provincias con el hoy extinto Juntos por el Cambio (JxC).
A la vera del Paraná, los celestes lograron que las numerosas tribus cerraran filas en torno a Monteverde, quien proviene del espacio de centro izquierda “Ciudad Futura”, dejando atrás numerosas rencillas que asolaron al campamento de Unión por la Patria (UP). Por eso, el caso rosarino podría convertirse en un modelo a ser mirado desde otros puntos del país.
De esta manera, el joven dirigente, quien se granjeó el apoyo del PJ, el Frente Renovador, el Movimiento Evita y La Cámpora, entre otros, quedó bien posicionado para el objetivo de máxima de su espacio, Más para Santa Fe: ganar la intendencia de la ciudad en 2027.
Precisamente sobre este aspecto hizo énfasis el concejal reelecto en su discurso de la victoria. “Hoy podemos canalizar la bronca en algo positivo, que es un proyecto y un camino de unidad”, aseguró, al tiempo que remarcó que “hay mucha gente que está contenta, que dice ‘en dos años vamos a gobernador la ciudad'”.
No obstante, llamó a “cuidar profundamente lo que hemos construido”, porque en los próximos dos años “nos van a tirar con todo”. A la par, convocó al intendente Javkin para que mañana mismo nos reunamos para empezar a resolver los problemas de los rosarinos y que no pueden esperar dos años.
Para la Casa Rosada, el resultado tiene un sabor agrio. Los hermanos Milei apostaban a que Aleart nucleara al grueso del electorado antiperonista, sobre todo teniendo en cuenta las PASO, que alimentan el voto útil. Más aún teniendo en cuenta el desempeño del sello en otras grandes urbes, como CABA y Salta, dos arenas en las que se impuso.
De hecho la propia Karina, junto a Martín Menem, desembarcó en la ciudad para brindarle su apoyo explícito al exconductor televisivo y acercarle la bendición del Presidente. Por poco, pero no alcanzó.
Similar escenario se dio en otra de las localidades más importantes: Rafaela. Allí, Vale Solterman (Más para Santa Fe) exhibió el 36% de los votos, contra el 29,2% del libertario Fabricio Dellasanta y el 23,6% de Juan Manuel Scavino Brusa (Unidos).
En la capital, en tanto, la candidata del alcalde Juan Pablo Poletti, Ana María Luengo, no pasó sobresaltos y acumuló el 32% de los votos, contra el 25% del justicialista Pedro Medei. Tercera, con el 23%, quedó la libertaria Ana Andrea Cantiani.
Venado Tuerto, otra de las plazas destacadas, fue para Unidos: su candidato, Juan Ignacio Pellegrini, alcanzó el 51% de los votos, contra el 18,7% del vecinalista Bruno Taddia y el 12,8% de Analía Fabiani.
La política santafesina, sin respiro
Pese a que ya pasaron las elecciones primarias y las generales, la política santafesina no se tomará respiro. El 14 de julio comenzará a sesionar la Convención Constituyente que deberá reformar la Carta Magna local. La misma está integrada por 69 dirigentes, entre los que están los propios Pullaro y Monteverde, el diputado nacional Nicolás Mayoraz (LLA), la diputada provincial Amalia Granata, el senador Marcelo Lewandowski y la exboxeadora Alejandra Locomotora Oliveras.
Una vez finalizado el proceso, las fuerzas se pondrán manos a la obra para definir alianzas, listas y candidaturas rumbo a las elecciones nacionales de octubre, donde la provincia renovará nueve bancas en la Cámara baja del Congreso. Tanto para el peronismo como para Unidos, el desafío central será sostener la unidad exhibida en los comicios vernáculos.
Envalentonado por la victoria rosarina, la tropa justicialista deberá mancomunar a todas sus fuerzas y tratar de blindarse de fugas que pongan en peligro la hoja de ruta. De los escaños que se disputarán, solo dos le pertenecen: Eduardo Toniolli y Magalí Mastaler.
Por su parte, las tribus de Unidos también deberán hacer equilibrio, ya que se trata de un espacio que nuclea a sectores variopintos. Precisamente, tendrá especial valor las posiciones que el PRO, la UCR y los socialistas, los tres accionistas principales del frente, tomen con respecto a LLA, cuyo norte es engrosar su nómina de legisladores en el Congreso.
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