Aunque parezca lo contrario, el Gobierno gastó mas dinero del que usualmente ocurre en el primer semestre del año.
Mediante la decisión administrativa 3/25, el Jefe de Gabinete aprobó a inicios del año la adecuación de los gastos y recursos del presupuesto prorrogado mediante el Decreto 1131/2024.
No obstante, luego se sumaron más modificaciones: el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 186/25 que autoriza una disminución de Gastos por $8.075 millones; la Decisión Administrativa 10/25 que incrementa el crédito vigente en $24.800 millones; y el reciente DNU 425/25, que incrementó los recursos vigentes en $43,86 billones, mientras que los gastos lo hicieron en $31,39 billones en relación con el crédito vigente previo.
Según ASAP, en términos acumulados al primer semestre, el Resultado Financiero y el Primario base devengado de la Administración Pública Nacional (APN) fueron positivos con $13,93 billones y $19,03 billones, respectivamente. Esto se vincula con el excepcional ingreso de las utilidades del BCRA registradas en abril.
“Si se excluyen dichas utilidades, se mantiene el carácter superavitario de ambos resultados, pero en un nivel más bajo: el Resultado Financiero pasa a ser de $1,64 billones y el Primario de $6,73 billones”, señala el reporte.
Expresado porcentaje de los Ingresos Totales de la APN, sin incluir las utilidades del BCRA, se observa que pasados los primeros seis meses de 2025 el Resultado Financiero fue equivalente al 2,3% de esos recursos, 1,5 puntos mayor al obtenido en el mismo periodo de 2024 (0,8%). Sin embargo, si se compara esta situación con la que rigió en los primeros seis meses de 2023, cuando el déficit representó el 34,5% de los ingresos totales, se toma dimensión del cambio estructural de las cuentas públicas nacionales.