Las medidas económicas no fueron las únicas represalias estadounidenses. Al mismo tiempo, varios magistrados de la Corte brasileña son objeto de sanciones de Washington por su participación en el caso contra Bolsonaro.
“Cuando Estados Unidos abandona una relación de más de 200 años, como la que mantiene con Brasil, todos pierden. No existen diferencias ideológicas que impidan que dos gobiernos colaboren en áreas donde comparten objetivos comunes”, sostuvo Lula.
“Presidente Trump, seguimos abiertos a negociar cualquier cosa que pueda traer beneficios mutuos. Pero la democracia y soberanía de Brasil no están sobre la mesa”, sentenció.
Lula recordó además que en su primer discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2017 afirmó que “las naciones fuertes y soberanas permiten que países diversos con diferentes valores, culturas y sueños no solo coexistan, sino que colaboren sobre la base del respeto mutuo”. De esta manera, sostuvo que “así ve la relación entre Brasil y Estados Unidos: dos grandes naciones capaces de respetarse mutuamente y cooperar por el bien de brasileños y estadounidenses”.