En la misma sintonía, la consultora Equilibra remarcó que “en un trimestre donde la actividad económica creció 3,3% interanual, el empleo aumentó 1,8% pero por el incremento del cuentapropismo y la informalidad”.
Por su parte, LCG agregó que “la participación de los trabajadores no asalariados dentro de los ocupados avanzó del 26,9% al 28,1% en un año, algo que está directamente relacionado con el crecimiento del monotributo cuyas escalas fueron ampliamente relajadas en el paquete fiscal”. “Las aplicaciones de empleo que promueven salidas laborales sin mayor necesidad de capital humano o físico explican buena parte del crecimiento”, profundizaron.
En términos absolutos, el organismo estadístico estimó que unas 958 mil personas se encontraban desocupadas, sobre una población económicamente activa de 14,6 millones, en el universo de los 31 aglomerados urbanos que releva la Encuesta Permanente de Hogares. Si se lo extrapola a toda la población, serían aproximadamente 3,1 millones los desocupados en Argentina.
La presión sobre el mercado de trabajo, que contempla tanto a los desempleados como a los ocupados que demandan trabajar más (o que no demandan pero estarían disponibles para hacerlo), fue del 28,7% entre julio y septiembre. La cifra se reduzco tanto en términos anuales como intertrimestrales, ya que en esos dos períodos había superado el 30%.
Por otra parte, a nivel regional el peor dato de desocupación lo arrojó la región pampeana (+7,5%). En el Gran Buenos Aires fue del 6,8%, mientras que en el Noroeste marcó apenas un 4,7%. En materia de edad y género, las más afectadas fueron las mujeres de entre 14 y 29 años, con 12,7% de desocupación.
El director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram, atribuyó la mejora del desempleo a un mejor desempeño de la actividad económica. “Consecuente con la mejor evolución que lo esperado del nivel de actividad durante el tercer trimestre, la creación de empleo superó nuestras expectativas”, sostuvo. En ese sentido, remarcó que, “a pesar del aumento de la gente que salió a buscar trabajo, se terminó generando una caída de la desocupación al 6,6%, lo que resulta una buena noticia”, señaló.
Con una mirada menos optimista, LCG resaltó que el mercado de trabajo está “ajustando por calidad” y duda que la reforma laboral se traduzca en mayor cantidad o mayor calidad del empleo. “Para adelante el panorama no luce auspicioso considerando que el empleo formal cae de manera sostenida desde junio, el crecimiento de la actividad continúa siendo débil y muy dispar entre sectores”, aseveró.
