El tradicional estampillado de los productos importados pasará a ser historia a partir del jueves 10 de octubre, cuando comience a regir un sistema de identificación digital con el que se busca simplificar la operatoria del comercio exterior.
La medida es una de las cuatro establecidas por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) a través de las Resoluciones Generales 5581/2024 y 5582/2024, ambas publicadas hoy en el Boletín Oficial.
El alcance de las nuevas normativas fue explicado por la titular del organismo, Florencia Misrahi, junto al ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, y la directora de Coordinación y Evaluación Operativa de la Aduana, Gladys Morando.
Simplificación y “costo argentino”
Según indicaron, las reformas buscan “simplificar el comercio exterior y bajar el ‘costo argentino’, lo que redundará en una mejora del tipo de cambio para los exportadores e importadores”.
Al respecto, aseguraron que no se afectarán los mecanismos habituales de fiscalización de la Aduana, pero sí eliminarán instancias de control que consideraron “arbitrarias y discrecionales”.
Fin del estampillado
Sturzenegger, Misrahi y Morando anunciaron, además del fin del estampillado en los productos importados, de los valores de referencia para las exportaciones y de los valores criterio para las importaciones, así como el fin de los veedores externos en los despachos de importación.
El titular de Desregulación señaló que las medidas favorecerán a las pymes, porque hasta ahora solo se beneficiaba “a la casta en forma explícita”.
“Este era un típico ejemplo del sobrecosto argentino, pero las resoluciones de la AFIP van a mejorar el tipo de cambio”, puntualizó.
Ese sobrecosto se canalizaba, entre otros instrumentos, a través de garantías que debían pagar las empresas para poder vender sus productos en el mercado doméstico.
Valores criterio
A su vez, los funcionarios destacaron que la eliminación de los valores criterio y de referencia también contribuirán a mejorar la competitividad del sector privado.
Para Desregulación, “ambos conceptos representaban una regulación que, lejos de cumplir su objetivo de lograr una mayor fiscalización, derivaron en una burocratización inútil que afectó en forma directa al consumidor a través de precios finales más elevados”.
“En particular, impactó en sectores como los textiles, calzados y neumáticos, entre otros. Entre cargas de documentación, pólizas, abogados, estos trámites agregaban un importante costo en algunos sectores”, indicó el Ministerio en un comunicado.
En cuanto a la desaparición del estampillado, los funcionarios aclararon que “no afectará la función de control primario de la Aduana cuando un producto ingresa al país”.
Los productos alcanzados
Entre los productos alcanzados hasta ahora por este mecanismo que desaparecerá estaban las prendas de vestir, electrónica (microondas, audio, TV, entre otros), relojes y relojería, perfumes, anteojos, triciclos, muñecos, juguetes, rompecabezas, árboles de Navidad, termos, neumáticos para bicicletas, cámaras de caucho para bicicletas, bicicletas, guitarras, asientos y muebles de madera.
Sistema digital
La RG 5581 eliminó la obligación del estampillado, que había sido creado a fines de la década del ’80 del siglo pasado.
En su reemplazo, la AFIP creó el “Sistema Digital de Identificación de Productos” (Sidip), un régimen exclusivamente digital, y lanzará un sitio web para que los contribuyentes realicen las gestiones correspondientes.
Al mismo tiempo, la Resolución General 5582 derogó una norma del 2009 que había establecido valores criterio para una serie de mercaderías.
Los valores criterio eran un parámetro de fiscalización del organismo que según Desregulación “implicaban elevados costos para los operadores, que en muchos casos debían presentar garantías, que, sumadas a la verificación que debían realizar en las terminales portuarias, elevaban significativamente los costos de las empresas”.
BAE Negocios