Acto seguido, el presidente dijo que “cuando un club de barrio no existe, hay un chico que queda en la calle; un chico o chica que se frustra porque no puede realizar el deporte que quiere”.
“Queremos que florezcan muchos clubes de barrio, que alberguen a lo mejor de nuestros chicos y chicas, que den amparo a nuestros abuelas y abuelas, que sean lugar de regocijo y educación de nuestra gente”, agregó.
En otro pasaje de su discurso, Fernández aseguró: “Estamos convencidos de que no estamos haciendo anda más que un acto de Justicia. Dándoles derechos a los clubes de barrio para que sigan educando; dándoles el mejor contenido a nuestros chicos y nuestras chicas y también a nuestros adultos mayores, para que puedan seguir disfrutando de todo esto”.
“Para mí, como dije aquel 10 de diciembre de 2019, los primeros son los últimos. Y que siempre voy a estar cerca de los últimos, acompañando a los que más necesitan y a los que más reclaman de la asistencia del Estado para poder sentarse en la mesa común de los argentinos y las argentinas”, finalizó el presidente.
“Cuidar la luz y el gas”
Previamente, Sergio Massa había hecho uso de la palabra. En su alocución, el ministro destacó que “8.000 clubes de toda la Argentina no van a ser parte de eso que llamamos la ‘segmentación’ y que, de alguna manera, no van a tener tope de gasto”.
No obstante, aclaró que eso “no significa que tengan que malgastar” y pidió “cuidar la luz y el gas”.
“No podemos ponerle un tope a la hora en la que los pibes dejan el colegio y juegan a la pelota, o la temperatura de la pileta de las abuelas o de los chicos que hacen natación en invierno y muchos clubes tienen”, agregó.
Massa remarcó que el subsidio al a energía para los clubes de barrio requiere de “un esfuerzo de casi $1.000 millones, que a partir de la decisión del presidente pone el Estado nacional”.