El verano nos invita a disfrutar del sol, la playa y el aire libre, pero también trae consigo altas temperaturas que pueden afectar nuestro bienestar. Mantener una buena hidratación es fundamental para evitar el agotamiento y otros efectos del calor, y la alimentación juega un rol clave en este proceso. Incorporar alimentos frescos, ricos en agua y nutrientes, no solo ayudará a mantener la hidratación, sino también sentirse saludable durante toda la temporada.
1. Frutas ricas en agua: las mejores aliadas
Las frutas son indispensables en el verano por su alto contenido de agua, vitaminas y antioxidantes. Algunas opciones ideales son:
- Sandía: Con un 92% de agua, es refrescante, diurética y ayuda a reponer líquidos.
- Melón: Dulce y ligero, perfecto para calmar la sed.
- Naranjas y pomelos: Su vitamina C refuerza el sistema inmunológico y su jugo es altamente hidratante.
- Frutillas y arándanos: Pequeñas, prácticas y ricas en antioxidantes, ideales para picar entre horas.
2. Vegetales frescos: hidratación y nutrición en un solo bocado
Las ensaladas son la estrella del verano por su frescura y versatilidad. Elegí vegetales con alto contenido de agua, como:
- Pepino: Compuesto por un 95% de agua, es un básico para ensaladas o como snack con limón y sal.
- Apio: Perfecto para jugos verdes o como acompañamiento, ayuda a la hidratación y la digestión.
- Lechuga y rúcula: Aportan fibra y frescura sin sumar muchas calorías.
- Tomate: Rico en licopeno y agua, es ideal para combatir el calor y cuidar la piel del sol.