El seleccionado argentino llegó este miércoles a San Juan y realizó por la tarde el primer entrenamiento con vistas al partido del próximo viernes a las 18 frente a Nueva Zelanda para el que el técnico, Javier Mascherano, tendría pensado ensayar algunas modificaciones, con el riesgo implícito de que una eventual derrota dejaría al conjunto albiceleste en el segundo lugar del Grupo A y cambiarían sus expectativas para octavos.
Esa rotación obedece especialmente a que los dos primeros partidos ganados ante Uzbekistán y Guatemala se llevaron a cabo con un intervalo de apenas 72 horas.
Claro que con un empate solamente el equipo argentino habrá ganado el grupo y entonces su rival en octavos, nuevamente en San Juan, será uno de los mejores terceros.
En cuanto a bajas obligadas, la única “formal” es la del marcador o volante central de Racing Club, Tomás Avilés, expulsado este martes ante los centroamericanos por doble tarjeta amarilla.