Argentina terminó su 2025 futbolístico con una actuación convincente, en un amistoso donde el equipo de Scaloni combinó momentos de dominio con pasajes de tensión.
La Selección Argentina cerró su último compromiso del año con un triunfo por 2-0 sobre Angola en Luanda, un encuentro que dejó varias situaciones para analizar y que mostró, una vez más, la sociedad futbolística de Lionel Messi y Lautaro Martínez como eje del poder ofensivo del seleccionado. Aunque el partido no tuvo el brillo de otras presentaciones, el equipo de Lionel Scaloni encontró eficacia en momentos clave y logró sostener la ventaja pese a ciertas desatenciones defensivas.
El primer tiempo fue una demostración de la Albiceleste de cómo manejar los tiempos del juego. A los cinco minutos ya había establecido un dominio claro en la posesión, incluso sin transformar ese control en peligro concreto. Sin embargo, cada avance en velocidad mostraba que Messi y Lautaro tenían un entendimiento casi natural.
