El Ministerio de Sanidad de España impuso el uso obligatorio de tapabocas en hospitales y centros de salud ante el brote de infecciones virales respiratorias. En especial, por un aumento del 75% en los casos de gripe y también, aunque en menor medida, de COVID-19.
En Estados Unidos, donde se dispuso una medida similar, y hospitales de distintos puntos del país como Nueva York, Los Ángeles y Massachusetts retomaron el uso obligatorio de barbijos para pacientes y personal de salud.
Muchos de los contagios están causados por la variante nueva del coronavirus denominada JN.1, que se ha extendido con rapidez por todo el mundo en las últimas semanas. “Creo que no hay duda de que está ayudando a impulsar, de manera bastante sustancial, esta ola invernal”, comentó Katelyn Jetelina, experta en salud pública al diario New York Times. En la actualidad, esta variante representa casi la mitad de todos los casos de COVID-19 en Estados Unidos, casi seis veces la prevalencia de hace solo un mes.
En la Argentina la curva de casos de personas con diagnóstico positivo por SARS-CoV-2 ha vuelto a subir desde la segunda quincena de diciembre.
Hasta el momento, desde que comenzaron a aplicarse las vacunas el 29 de diciembre de 2020, se administraron un total de 116.704.298 dosis, de las cuales 41.190.815 a la primera, 38.098.719 la segunda y 3.172.578 se destinaron a dosis adicionales. Ahora, en lo que se refiere a los refuerzos, los números son cada vez más reducidos. Para el primero, se alcanzan las 22.911.960 aplicaciones. Mientras que para el segundo y tercero los números caen hasta el 8.538.641 y 2.450.961, respectivamente.
En la semana del 18 de diciembre de 2023 se registraron 84 casos confirmados diarios, según la fecha de inicio de los síntomas como promedio semanal. Dos semanas después (la del 1 de diciembre), se notificaron 212 casos confirmados diarios. Es decir, hubo un aumento de 152% de los casos diarios considerando el promedio semanal.
Según el Ministerio, el 3 de enero de 2024 se detectó en la Argentina un total de 2 casos confirmados de la variante BA.2.86 (con residencia en la provincia de Santa Cruz) y 3 casos de la variante JN.1 (2 casos con residencia en la Ciudad de Buenos Aires y 1 caso en la provincia de Santa Cruz). Igualmente, hay que tener en cuenta que los datos tienen limitaciones, ya que no todas las personas se testean y muy pocas muestras llegan a ser analizadas por el relevamiento genómico.
La variante JN.1 es descendiente del sublinaje BA.2.86. Ya ha sido clasificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como variante de interés el 18 de diciembre pasado y se ha vuelto rápidamente prevalente en algunos países, como Francia, Estados Unidos, Reino Unido, Singapur.
La importancia de la vacunación
Durante el año pasado, según el último boletín de la cartera de Salud nacional se reportaron 99.196 casos confirmados y 498 fallecimientos. Fue el año con menos casos y muertes notificadas. Desde que empezó la pandemia, el año con más casos y fallecimientos fue 2021.
Con el acceso de la población a la vacunación -a partir de diciembre de 2020-, los cuadros graves y las muertes fueron en baja progresivamente.
Al igual que disminuyeron los casos de COVID, se registró una caída en la cantidad de personas que reciben dosis de refuerzo. De las 116.704.298 de dosis administradas, solo 2.450.961 se destinaron como tercer refuerzo. Es decir que de las 38.098.719 personas que se aplicaron los esquemas completos (dos dosis), solo el 6,43% se recibió los refuerzos establecidos.
Según consta en la misma página de la cartera, las personas con riesgo intermedio de COVID-19 grave o alta exposición laboral a SARS-CoV-2 deben aplicarse “dosis de refuerzo a los 6 meses desde la última dosis aplicada y luego continuar con una periodicidad anual”; mientras que aquellos que ante un riesgo bajo deben realizarlo “a los doce (12) meses de la última dosis aplicada y luego continuar con periodicidad anual”