El presidente Donald Trump, que aseguró que fue “salvado por Dios para hacer a Estados Unidos grande otra vez”, prometió el inicio de una “edad de oro” en su país durante su discurso inaugural en Washington.
“La edad de oro de Estados Unidos comienza ahora mismo. A partir de hoy nuestro país florecerá y volverá a ser respetado en todo el mundo”, afirmó Trump después de jurar este lunes como 47° presidente estadounidense.
En su discurso Trump prometió arremeter contra la administración “radical y corrupta” de Joe Biden, ubicado en la primera fila de la tribuna de invitados de la ceremonia en el Capitolio. “La decadencia de Estados Unidos ha terminado”, proclamó Trump.
“Durante muchos años, un establishment radical y corrupto ha extraído poder y riqueza de nuestros ciudadanos, mientras los pilares de nuestra sociedad estaban rotos y aparentemente en completo deterioro”, dijo.
“Mi reciente elección es un mandato para revertir total y completamente una traición horrible y todas estas muchas traiciones que han tenido lugar, y para devolverle al pueblo su fe, su riqueza, su democracia y, de hecho, su libertad”, dijo Trump. “A partir de este momento, la decadencia de Estados Unidos ha terminado”.
“Declararé una emergencia nacional en nuestra frontera sur” con México, dijo Trump ante fuertes vítores de sus partidarios dentro del ornamentado salón de la Rotonda, y prometió deportar a “millones y millones” de inmigrantes ilegales.
“Se detendrá inmediatamente toda entrada ilegal y comenzaremos el proceso de devolver a millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron. “Enviaré tropas a la frontera sur para repeler la desastrosa invasión de nuestro país”, dijo.
El nuevo presidente también prometió que Estados Unidos “recuperaría” el Canal de Panamá, alegando que China había obtenido el control de la vía fluvial. “No se lo dimos a China, se lo dimos a Panamá. Y lo estamos recuperando”, dijo Trump, quien hasta ahora no descartó usar la fuerza militar contra Panamá.
“Comenzaré de inmediato la reforma de nuestro sistema comercial para proteger a los trabajadores y las familias estadounidenses”, agregó. “En lugar de gravar a nuestros ciudadanos para enriquecer a otros países, aplicaremos aranceles e impuestos a países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos”.
Trump, de 78 años, juró sobre una biblia familiar, ante la que recitó ante el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, la fórmula recogida en la Constitución: “Juro solemnemente que cumpliré fielmente el cargo de presidente de Estados Unidos y haré todo lo posible para preservar, proteger y defender la Constitución de Estados Unidos”.
La ceremonia, en la que también tomó posesión el vicepresidente J.D. Vance, tuvo lugar en la Rotonda del Capitolio, bajo techo, en lugar de frente al edificio que alberga el Poder Legislativo de Estados Unidos, debido a las bajas temperaturas imperantes en Washington.
Cientos de personas fueron testigos de excepción de este momento, entre ellos Biden y el resto de presidentes vivos -Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton-, así como miembros de la futura Administración. También asistió el presidente argentino, Javier Milei, con su hermana Karina.
Entre los invitados sentados en las primeras filas también estuvieron el magnate Elon Musk, aliado político de Trump y llamado a ser una figura clave del nuevo periodo político en el país, y Jeff Bezos.