El inicio de 2026 encuentra a los jubilados y pensionados atentos a la composición de su primer cobro del año. Tras un diciembre marcado por el aguinaldo y pagos extraordinarios, enero presenta un esquema distinto, donde el haber mensual vuelve a ocupar el centro de la escena, acompañado por una actualización por inflación y un refuerzo específico dispuesto por decreto.
La comparación con el cierre del año anterior genera dudas frecuentes, ya que el ingreso total de enero no replica el de diciembre. Sin embargo, el Gobierno sostiene que el nuevo esquema apunta a sostener el poder adquisitivo de los haberes más bajos en un contexto donde el aguinaldo ya no forma parte del cobro mensual.
En este marco, el presidente Javier Milei anunció que en enero 2026 rige un aumento del 2,5 % para las jubilaciones, en línea con la fórmula de movilidad vigente basada en la inflación. Con esta actualización, la jubilación mínima queda fijada en $349.401,58, monto que se abona como haber base para quienes perciben el ingreso más bajo del sistema previsional.
A ese haber mensual se suma el Bono Extraordinario Previsional, confirmado por decreto y a cargo de ANSES, con un monto máximo de $70.000. El refuerzo se paga por titular, no tiene descuentos y no se computa para otros conceptos, y está destinado principalmente a jubilados y pensionados de menores ingresos.
De esta manera, un jubilado que cobra la mínima y accede al bono completo percibe en enero 2026 un total de $419.401,58, resultado de la suma del haber mensual con aumento más el bono extraordinario. Para quienes cobran por encima del haber mínimo, el bono se reduce de manera variable hasta desaparecer cuando el ingreso supera el tope establecido por ANSES, por lo que el monto final varía según cada caso.
