“Expreso mi profunda solidaridad con el pueblo palestino en Gaza, que sigue viviendo con miedo y sobreviviendo en condiciones inaceptables, obligado una vez más por la fuerza a abandonar sus tierras”, declaró León XIV al final de su audiencia general semanal en la plaza de San Pedro, en el Vaticano.
“Cada persona tiene siempre una dignidad inviolable, que debe ser respetada y protegida”, añadió el papa estadounidense, al tiempo que renovó sus llamados “a un alto el fuego, a la liberación de los rehenes, a una solución diplomática negociada y al pleno respeto del derecho internacional humanitario”.