El presidente Alberto Fernández realizará el miércoles próximo una histórica visita a la base Marambio, en la Antártida argentina, para “reafirmar el carácter bicontinental” del país y destacar el “valor del aporte científico y ambiental” en el continente blanco, explicaron fuentes oficiales.
El viaje presidencial tiene además el objetivo de “resaltar los avances en materia de logística e infraestructura” del Programa Antártico Argentino, poniendo en el candelero mundial las “múltiples políticas” de la gestión vinculadas a los “intereses estratégicos nacionales no solo en esa zona sino también en el Atlántico Sur”.
“La visita adquiere un carácter histórico porque de esa forma se reafirmarán los 119 años de presencia ininterrumpida de la Argentina en la Antártida y porque Fernández será el cuarto presidente que pisa suelo antártico”, destacaron las fuentes de la Cancillería consultadas por Télam.
El anuncio lo hizo la portavoz Gabriela Cerruti, en su habitual conferencia de prensa de los jueves en la Casa Rosada, en la que informó que Fernández, junto a una comitiva de funcionarios, viajará el miércoles próximo a la Antártida y resaltó que “ningún presidente ha estado ahí en los últimos 20 años”.
De acuerdo a datos de la Cancillería, al concretarse el viaje de Fernández, solo cuatro presidentes habrán ido a la Antártida: hace 26 años fue Carlos Menem y antes habían viajado Raúl Lastiri y Arturo Frondizi.
Fernández -quien el martes se trasladará primero a Ushuaia- viajará acompañado por el canciller Santiago Cafiero y los ministros de Defensa, Jorge Taiana; de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz; y de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, como así también por el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona; y la portavoz de la Presidencia.
“Nuestro país tiene la presencia permanente e ininterrumpida más antigua en la Antártida, a raíz de la inauguración el 22 de febrero de 1904 de la primera estación científica y observatorio meteorológico en las Islas Orcadas del Sur (Base Orcadas)”, explicaron los portavoces de la Cancillería.
En ese aspecto, resaltaron que ello “es fruto de una política de Estado a largo plazo que, más allá de matices entre distintas administraciones, se ha sostenido a lo largo del tiempo”.
Las acciones del Gobierno nacional apuntaron tanto a “optimizar las condiciones en que se desarrolla la presencia argentina en la Antártida como a reforzar el papel de la ciudad de Ushuaia como puerta de entrada a la Antártida con obras como la ampliación del muelle del puerto de Ushuaia que apuntan a proveer una infraestructura moderna y servicios logísticos de primera calidad a buques polares y cruceros turísticos”.
Por ejemplo, en Ushuaia, se concretó la creación de la subsede de la Secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería para “optimizar las funciones y los servicios” que cumple el Estado argentino en relación con la soberanía sobre Malvinas, Antártida y el Atlántico Sur.
Simultáneamente se impulsó la creación del Centro Interinstitucional en Temas Estratégicos Antárticos y Subantárticos (CITEAS) para la generación de conocimientos científicos básicos y aplicados en temas estratégicos de la región antártica y subantártica.
En la conferencia de prensa de esta semana, Cerruti también puso el acento en la “relevancia” que tiene la construcción de tres nuevos laboratorios antárticos y dos refugios, en un esfuerzo coordinado que involucró al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, al Ministerio de Defensa y a la Cancillería, los que están a punto de ser inaugurados.
La portavoz puntualizó que, en paralelo, el Ministerio de Cultura “ha puesto un punto de cultura, de modo que la Antártida empieza a ser parte del proyecto de país y de desarrollo que tiene la Argentina”.
Fuentes del Palacio San Martín explicaron que el “quehacer antártico argentino tiene su manifestación fáctica en el Programa Antártico Argentino, que posee como actores centrales a la Cancillería y al Ministerio de Defensa”.
Respecto a la Cancillería, se indicó que la política antártica depende de la Secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, y de ella la Dirección Nacional del Antártico/Instituto Antártico Argentino (DNA/IAA) y la Dirección Nacional de Política Exterior Antártica.
En tanto, con relación a la cartera de Defensa, dependen el Comando del Conjunto Antártiico (COCOANTAR), el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y el Servicio de Hidrografía Naval (SHN).
Las fuentes resaltaron que la “ciencia antártica argentina constituye el eje central de la política antártica nacional y, fuertemente vinculada a los intereses estratégicos nacionales en el Atlántico Sur, y consolida nuestra presencia soberana”.
Simultáneamente, recordaron que fue el expresidente Juan Domingo Perón, a través del decreto 17040 de 9 de junio de 1948, quien creó la División Antártida y Malvinas, bajo la dependencia de la Cancillería argentina, con la función de entender en todo lo “relacionado con la defensa de los derechos jurídicos argentinos sobre la Antártida Argentina, Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur”.
El 12 de febrero de 1951, Perón y Evita despidieron el buque con la primera expedición científica en la Antártida.
De esa forma, el presidente Fernández viajará a la Antártida “enarbolando las banderas históricas de Perón y con la agenda verde para un desarrollo sustentable”, enfatizaron en el Palacio San Martín.
Por eso, subrayaron la importancia de “entender la decisión geopolítica de Alberto Fernández de ir en persona a poner en valor la Antártida en todas sus facetas, diplomáticas, de defensa, de ciencia y tecnología”.
Télam