Para no ser pobre, una familia de cuatro integrantes necesitó $1.001.466 y para no ser considerada indigente, los ingresos debieron ser de $439.240, de acuerdo con los datos de Canasta Básica Total (CBT) y Canasta Básica Alimentaria (CBA), respectivamente, publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
Durante noviembre de 2024, el aumento de la CBA fue de 1,1% mientras que la CBT se incrementó 1,5%, ubicándose en ambos casos por debajo de la inflación mensual, que marcó 2,4% según el INDEC.
En los primeros 11 meses, la CBA y la CBT acumularon incrementos del 82,5% y 102,0%, con variaciones interanuales del 137,4% y 156,5% respectivamente.
La CBA se determina tomando en cuenta los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para que un varón adulto de entre 30 y 60 años, de actividad moderada, cubra durante un mes esas necesidades (adulto equivalente). A su vez, se seleccionan los alimentos y sus cantidades en función de los hábitos de consumo de la población a partir de la información provista por la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo).
Para determinar la CBT, se amplía la CBA considerando los bienes y servicios no alimentarios. La estimación se obtiene mediante la aplicación del coeficiente de Engel (CdE), definido como la relación entre los gastos alimentarios y los gastos totales observados en la población de referencia.