El papa Francisco (88) sufrió este jueves una caída en su residencia de Santa Marta, la cual le produjo un hematoma en el antebrazo derecho y se le inmovilizó como medida de precaución. Los médicos del Vaticano descartaron que tuviese una fractura.
A pesar de la caída, el Santo Padre continuó con su agenda de trabajo -que consistía en cinco audiencias- sin problemas, aunque con el brazo inmovilizado con una venda blanca. Se trata de la segunda caída del Papa en poco tiempo, ya que el pasado 7 de diciembre, apareció con un gran hematoma a la altura del mentón.
