El argentino tuvo una gran estrategia para avamzar en el GP de Hungría. Richard Verschoor fue el ganador.
El piloto de 21 años inició en el puesto 12°, pero ya el problema en la largada de Zane Maloney le permitió avanzar un lugar antes de mover su vehículo. Un buen arranque lo colocó inmediatamente décimo, puesto que llevó durante gran parte de la carrera apostando a que su estrategia de neumáticos duros diera réditos hacia el final de las 28 vueltas.
Eso ocurrió porque primero dejó atrás a Ollie Bearman (Prema) cuando ya había atravesado más de la mitad de la carrera. Los problemas de Andrea Kimi Antonelli (Prema) lo enviaron a boxes a cambiar las ruedas, por lo que pasó del primer lugar al fondo del pelotón. Y el envión le permitió al argentino eliminar de su camino al brasileño Gabriel Bortoleto (Invicta Racing). Los problemas en la degradación de los neumáticos del otro brasileño, Enzo Fittipaldi (Van Amersfoort Racing), le dieron sin exigencias el sexto lugar que terminaría siendo el puesto definitivo ya que con cinco vueltas por adelante no logró recortar la diferencia con su compañero de equipo Dennis Hauger.
“Las duras son muy malas porque tienen mucha degradación termal y se sobrecalientan un montón. Y las blandas no tienen ese problema, las blandas es un problema de degradación de cantidad de caucho que te queda. La dura te queda mucha goma, pero se sobrecalienta tanto que patinas por todos lados. Es un poco lo contrario lo que debería ser, pero bueno”, detalló el argentino ante ESPN sobre su estrategia.
Y agregó: “Varios eligieron blandas, pero yo estaba bastante seguro con las duras porque en Silverstone no me fue tan bien con las blandas. Pero porque había muy baja temperatura en Silverstone, no funcionan a baja temperatura, funcionan a alta temperatura las blandas. Cuando está muy frío el asfalto se destruyen. Acá deberían haber andado bien, creo que mañana van a andar bien como hoy”.
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