Los gobernadores se reunieron este lunes en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) con representantes del Gobierno nacional y anticiparon que redactarán un proyecto de ley elaborado en forma consensuada para redistribuir el impuesto a los combustibles y destrabar el reparto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), luego de denunciar la falta de respuestas por parte de la Casa Rosada.
En el encuentro hubo representación de 22 de los 24 distritos. Los únicos ausentes fueron Formosa y Corrientes. Estuvieron Axel Kicillof (Buenos Aires); Jorge Macri (CABA); Martín Llaryora (Córdoba); Alfredo Cornejo (Mendoza); Alberto Weretilneck (Río Negro); Raúl Jalil (Catamarca); e Ignacio Torres (Chubut).
También Rogelio Frigerio (Entre Ríos); Maximiliano Pullaro (Santa Fe); Gustavo Melella (Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur); Gerardo Zamora (Santiago del Estero); Osvaldo Jaldo (Tucumán); Claudio Poggi (San Luis); Hugo Passalacqua (Misiones) y Gustavo Sáenz (Salta), además de los vicegobernadores de La Rioja, Neuquén, Santa Cruz y Chaco y del titular del CFI, Ignacio Lamothe.
En concreto, las provincias buscarán que un 48% del impuesto a los combustibles líquidos sea administrado por Nación mientras que el 52% restantes quede en manos de las jurisdicciones. La idea, tal como aclara el comunicado, es que los montos se distribuyan a través del índice de coparticipación federal. “Si se logra llevar adelante, debería salir por consenso”, anticipó una fuente que participó del encuentro. Ese escenario plantea un foco de conflicto inminente con Javier Milei en la antesala de las elecciones.
Con ese norte, los jefes provinciales crearán una comisión que tendrá a cargo la redacción del proyecto que, en principio, contará con el visto bueno de los 24 dirigentes de todo el país.
Será, a priori, una puerta de entrada para negociar más que un fin en sí. Diversas voces consultadas por este medio dieron cuenta de la existencia de dos posturas puertas adentro: por un lado, los dialoguistas, que pretenden profundizar las conversaciones en buenos términos con la administración de Milei; por el otro, los opositores, cuya pretensión es pisar el acelerador al máximo en el reclamo de fondos.
Desde el Gobierno nacional se limitaron a bajarle el tono al encuentro y apenas ponderaron que se desarrolló en buenos términos, al tiempo que pusieron el énfasis sobre la voluntad de diálogo entre la partes. En cambio, sí admitieron que sostendrán las conversaciones en diversas mesas de trabajo, donde los distritos llevarán sus inquietudes.