De esta forma, la organización pasa a centralizarla la Secretaría de Comercio, a cargo de Matías Tombolini, por sobre lo que terminaba definiendo el Banco Central, que encabeza Miguel Pesce. Mientras tanto, las cámaras pymes se encuentran enviando a Comercio planillas con los casos más urgentes que necesitan que se destraben para evitar paradas de planta y suspensiones de personal.
Por otro lado, las empresas mantienen la expectativa de que se realicen otros dos anuncios de cara a octubre. Por un lado, que se flexibilicen las importaciones para “21 mil CUIT” de pymes que importan hasta u$s 2 millones por año. Es decir, el criterio para habilitar los dólares no va a ser comparando las importaciones de la empresa contra su desempeño en los años anteriores, sino con acceso por hasta u$s 2 millones. Por el otro, que la AFIP realice una “segmentación” en cuanto a las tasas de interés para deuda tributaria, con una baja para el caso de las pymes. De todos modos, estas medidas aun no fueron confirmadas por Economía, pero las pymes esperan que lleguen cuando finalice el “dólar soja”.
Desde la Cámara Argentina de Comercio (CAC) aseguraron a Ámbito que tienen “esperanza” de que los cambios en el sistema de las importaciones “alivien la difícil situación que están atravesando muchas pymes que tienen que frenar sus procesos productivos a la espera de poder adquirir esos bienes de capital e insumos”. Además, desde la cámara que preside Mario Grinmann informaron que más del 85% de lo que importa el país son bienes de capital e insumos. “Estamos de acuerdo en que el nuevo sistema SIMI persiga ser más simple y transparente para darle previsibilidad a las pymes que necesitan importar, los empresarios necesitamos tener certidumbre sobre las reglas de juego para organizar nuestras empresas y abastecer la demanda”.
“Esperemos que esto ordene”, agregó una fuente de la Confederación General de Empresarios (Cgera). La expectativa es que el nuevo sistema acorte los plazos que tienen las SIMI B, que deben financiarse a 180 días. Aseguran que en muchos casos son insumos que tienen licencias no automáticas porque en algún momento se fabricaban en el país, pero ya no, o por el contrario, está habilitada la importación de insumos o bienes de capital que ya se producen en el país, lo que consideran como “competencia desleal”. En el fondo, lo que se espera es que se termine con las “arbitrariedades” en el acceso a un dólar de comercio exterior, apenas por encima de los $150.
Falta de cupos
Por su parte, Alberto Pérez, de la Asociación de Fabricantes de Máquinas (AAFMHA) aseguró que espera que el acortamiento de plazos de pago de SIMI B sea para las empresas que se quedaron sin cupo no por haber importado más en cantidades, sino “en los casos donde hubo aumentos de precios internacionales de commodities, o fletes, o por la comparación con 2021 y 2020, años de pandemia, que tampoco son parámetro”. Si bien cámaras como los metalúrgicos nucleados en Adimra pidieron la información de cuál es el cupo mensual de cada empresa, no pudieron acceder a esa información.
Ámbito