El alto representante para las Relaciones Exteriores, Josep Borrell, dijo estar listo para trabajar con la ONU y sus socios para evitar cualquier “impacto no deseado” de las sanciones contra Rusia por la invasión a Ucrania.
El alto representante de la Unión Europea (UE) para las Relaciones Exteriores, Josep Borrell, dijo estar listo para trabajar con la ONU para evitar una “calamidad alimentaria” mundial debido al aumento del precio de los alimentos derivado de la guerra en Ucrania y el “impacto no deseado” de las sanciones impuestas a Rusia.
El precio de los alimentos “nunca ha estado tan alto como hoy en términos reales y muchos expertos advierten que lo peor está por venir”, alertó Borrell en un comunicado publicado en su blog personal.
“La guerra de agresión injustificada y no provocada contra Ucrania pone al mundo en peligro de sufrir una hambruna que afecte a cientos de millones de personas”, agregó el diplomático español.
Frente a este escenario, Borrell dijo estar listo para trabajar con la ONU y sus socios para evitar cualquier “impacto no deseado” de las sanciones contra Rusia en la seguridad alimentaria mundial y que ese será el centro de las reuniones de los ministros de Relaciones Exteriores del bloque el lunes en Luxemburgo.
“Estamos listos para discutir estos asuntos a través de expertos para identificar obstáculos concretos, incluidas posibles dificultades en los pagos, y trabajar para encontrar soluciones”, expresó, citado por la agencia de noticias Europa Press.
Borrell consideró que “es imperativo permitir que se reanuden las exportaciones ucranianas por barco”, para evitar situaciones como el bombardeo de Rusia, hace un mes, “contra el silo más grande de Ucrania en Mikolaiv”.
Si no se reanudan las exportaciones ucranianas por barco, se podría producir una “catástrofe alimentaria mundial”, advirtió.
“Rusia transformó el mar Negro en una zona de guerra, bloqueando las expediciones de cereales y fertilizantes procedentes de Ucrania”, señaló el responsable europeo y aseguró que las sanciones impuestas por el bloque no prohíben que Moscú exporte grano, siempre y cuando las personas o entidades sancionadas no estén implicadas en las operaciones.
“Somos totalmente conscientes de que hay una ‘batalla de relatos’ sobre esta cuestión”, admitió.
Kiev y sus aliados acusan a Rusia de bloquear con sus fuerzas navales los suministros de alimentos desde los puertos ucranianos, una acusación que el Kremlin rechaza.
Moscú afirma que las exportaciones marítimas de alimentos desde Ucrania se encuentran paralizadas debido a que las fuerzas de Kiev minaron los puertos del país y además, las sanciones unilaterales contra Rusia causaron cortes en las cadenas de suministro, así como en los flujos de finanzas internacionales.
Rusia y Ucrania son las mayores exportadoras de grano del mundo. Entre ambas controlan un tercio del trigo mundial, por lo que el bloqueo de sus exportaciones puso en alerta a líderes de todo el mundo, sobre todo en África, altamente dependiente de esos granos.