Sufriendo, el Granate logró repetir su consagración de 2013 ante un Galo que venía revitalizado por Jorge Sampaoli. Es la segunda vez que gana este torneo.
Lanús se convirtió en el nuevo campeón de la Copa Sudamericana tras vencer por penales al Atlético Mineiro de Jorge Sampaoli. En un sufrido encuentro, ambos equipos se midieron en el estadio Defensores del Chaco de Asunción, Paraguay, pero no lograron sacarse ventaja en tiempo reglamentario, así como tampoco en el alargue.
Finalmente, en una tanda de penales para el infarto, el Granate gritó “campeón” por segunda vez en este torneo internacional. El penal de la definición estuvo en manos de un jugador brasileño con Nahuel Losada como héroe absoluto.
Cómo llegaron Lanús y Atlético Mineiro a esta final
Para el Granate, la cita fue mucho más que un partido. Era la oportunidad concreta de sumar su segundo título en esta competición, once años después de haber levantado el trofeo bajo la conducción de Guillermo Barros Schelotto. Esta vez, el equipo de Mauricio Pellegrino llegó a la final con una campaña solvente y eficaz. Terminó primero en su grupo tras superar a Vasco da Gama, Melgar y Puerto Cabello, un recorrido que reforzó la confianza del plantel.
En las instancias eliminatorias mostró personalidad: dejó atrás a Central Córdoba de Santiago del Estero en una serie ajustada que se definió por penales, superó a Fluminense con autoridad y resolvió un duelo complejo ante Universidad de Chile para volver a instalarse en la discusión por un título continental.
Atlético Mineiro llegó con un camino más extenso, producto de haber terminado segundo en su grupo. Pero esa desventaja inicial se transformó en una plataforma anímica gracias al desembarco de Jorge Sampaoli, quien en menos de tres meses reformuló el ritmo, la presión y el carácter del equipo.
Tras superar por penales a Atlético Bucaramanga en 16avos, avanzó con autoridad ante Godoy Cruz, Bolívar e Independiente del Valle.
