El partido contra Croacia tuvo un inicio prometedor para los Gladiadores. Durante los primeros minutos, lograron imponerse en el marcador y mantuvieron un intercambio parejo con los locales.
Sin embargo, esta tendencia se desmoronó con la actuación destacada de Dominik Kuzmanovic.
El arquero croata frustró cada ataque argentino y facilitó rápidos contragolpes que ampliaron la ventaja de los anfitriones.
Al término del primer tiempo, el marcador ya mostraba un contundente 18-7, dejando a los argentinos con la tarea de minimizar la diferencia para mantenerse con chances en la competición.
El contexto del grupo agregó presión. Antes del duelo entre Argentina y Croacia, Bahrein había caído por 35-24 frente a Egipto, acumulando un -25 en la diferencia de gol.
Tras la derrota albiceleste, el equipo de Jung quedó último con un -29, aunque con un leve respiro gracias a los 43 goles a favor, apenas tres menos que Bahrein. Sólo los tres mejores equipos avanzan, lo que hace del enfrentamiento del domingo a las 14 un partido a todo o nada.
Para seguir en el Mundial, Argentina deberá superar a Bahrein por al menos tres goles de diferencia. Con ese resultado, la diferencia goleadora quedaría en -26 para los Gladiadores, mientras que el elenco asiático terminaría con -28, asegurando la clasificación albiceleste. Si la diferencia es menor, el equipo quedaría eliminado por el criterio de goles a favor.
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