Los gobernadores de Minas Gerais, San Pablo y Río de Janeiro, entre otros, ordenaron despejar los cortes de ruta que manifestantes bolsonaristas, que no aceptan el resultado de las elecciones, están llevando a cabo.
Los tres gobernadores de los estados más poblados de Brasil movilizaron a la Policía Militar, que depende directamente de los ejecutivos provinciales, para desalojar los cortes de rutas. Poco antes el juez Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal, ordenó a la Policía Federal de Carreteras (PRF, por sus siglas en portugués) desbloquear las rutas, aunque esta fuerza, dirigida por un bolsonarista confeso, se resiste a llevar a cabo la orden.
Los gobernadores de Minas Gerais y Rio de Janeiro, Romeu Zema y Claudio Castro, forman parte del PL, el partido de Bolsonaro. Zema afirmó: “Ya pedí a nuestras fuerzas de seguridad que tomen las medidas necesarias para despejar cualquier ruta o camino que esté bloqueado por las manifestaciones”. Además, planteó: “Se acabaron las elecciones y ahora hay que garantizar el derecho de ir y venir de todos, y también de que la mercadería llegue donde tiene que estar”. “Cumpliremos la ley”, concluyó.
Además de la reacción de los gobiernos provinciales, los cortes de militantes bolsonaristas ya habían comenzado a generar indignación y enfrentamientos, tanto con organizaciones de izquierda como con personas que querían cruzar las rutas. Un ejemplo dramático lo protagonizó un grupo de trabajadores metalúrgicos, que desbloquearon una importante ruta, removiendo a los bolsonaristas.