En medio de la situación económica asfixiante debido a las sanciones ordenadas por Donald Trump, el presidente iraní destituyó a uno de sus colaboradores.
“Los viajes recreativos costosos de los responsables, incluso si corren con sus propios gastos, no son defendibles ni justificables”, expresó Pezeshkian en una dura carta publicada por la agencia oficial Irna, al anunciar la salida de uno de sus más estrechos colaboradores.
El viaje, calificado de “recreativo”, generó una ola de críticas incluso entre partidarios del gobierno, que exigieron la inmediata destitución del funcionario. Si bien desde su entorno afirmaron que el viaje se realizó “cuando aún no tenía responsabilidades” en el Ejecutivo, el presidente iraní optó por cesarlo.
Es que el escándalo explota mientras la población iraní enfrenta una situación económica asfixiante, que se agravó con el retorno de Trump a la presidencia de Estados Unidos y la reactivación de sanciones contra Teherán.
Dabiri, de 64 años y médico de profesión, realizó al viaje “recreativo” a la Antártida en el crucero Plancius, que realiza expediciones a las costas del quinto continente con precios varían entre US$16.600 a US$24.800, dependiendo de la categoría de la cabina que se contrate para realizar el viaje.
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