El cometa C/2025 K1 (ATLAS) se perfila como el fenómeno astronómico más destacado del año 2025, invitando a los argentinos a disfrutar de sus espectaculares presentaciones en el firmamento. Este cometa, descubierto el 25 de mayo de 2025 desde Chile, procederá de las regiones más alejadas del sistema solar y realizará su primera aproximación al Sol, lo que lo convierte en un objeto de estudio intrigante y atractivo para los astrónomos y entusiastas de la astronomía.
Se estima que la visibilidad del cometa alcanzará su punto máximo entre fines de septiembre y principios de octubre de 2025, con un perihelio previsto para el 8 de octubre. En este momento, el cometa podría alcanzar una magnitud de 5.2, suficiente para ser observado con binoculares e incluso a simple vista bajo condiciones óptimas. Desde Argentina, la ubicación privilegiada y la escasa contaminación lumínica en varias regiones del país permitirán disfrutar de este espectáculo astronómico con mayor claridad.
El cometa C/2025 K1 (ATLAS) pasará relativamente cerca de la Tierra, alcanzando su máxima aproximación el 24 de noviembre, a una distancia de 0.40 unidades astronómicas. Su núcleo, estimado en menos de un kilómetro de diámetro, se caracterizará por su estructura elíptica y extremadamente excéntrica. Esta trayectoria, además, le permitirá cruzar el interior del sistema solar a una velocidad variable, que lo llevará a acercarse más al Sol que Mercurio.
La composición del cometa, que incluye hielo, polvo y compuestos orgánicos volátiles, añade interés a su observación, ya que se espera que su comportamiento sea dinámico. Existe la posibilidad de que el cometa no sobreviva al intenso calor del Sol, lo que podría fragmentar su núcleo. Sin embargo, en caso de mantenerse intacto, se prevé que se convierta en el más brillante visible desde la Tierra durante todo el año 2025.
Para quienes deseen observar el cometa ATLAS, se recomienda elegir locaciones alejadas de grandes núcleos urbanos para reducir la contaminación lumínica. Zonas rurales elevadas o abiertas resultan ideales, especialmente en los momentos óptimos para la observación, que son las primeras horas de la madrugada o poco después del atardecer entre finales de septiembre y mediados de octubre.
Además, no es necesario implementar protección ocular para la observación, aunque se aconseja el uso de binoculares o telescopios para apreciar con mayor detalle su cola y estructura. A los aficionados a la fotografía se les sugiere el uso de un trípode y el ajuste de la cámara al modo nocturno o de larga exposición, además de prescindir del flash para no alterar la visibilidad del fenómeno.
Argentina se prepara para ser uno de los puntos más privilegiados en el mundo para observar este excepcional cometa, ofreciendo a sus ciudadanos la oportunidad de vivir una experiencia astronómica única.