Las dudas sobre el orígen del Covid-19 se mantienen activas, incluso cinco años después de que la pandemia “explotara” en todo el mundo. Y si bien hay diversas teorías y estudios, con el paso del tiempo, van surgiendo más evidencias que puedan dar una respuesta concreta. Una de las explicaciones que más sonaron durante mucho tiempo, fue la de que el coronavirus se creó en un laboratorio, la cual fue desmentida en más de una ocasión. Pero ahora, nuevas evidencias podrían respaldar a dicha teoría.
El neuropsiquiatra argentino Gabriel de Erausquin afirmó que el virus SARS-CoV-2 fue creado en un laboratorio chino. En su explicación, señaló que el virus es “sintético” o “semisintético”, lo cual implica que su naturaleza fuera advertida en una publicación de la viróloga china Li Meng Yan en Shanghái. Según señaló, la especialista se refugió posteriormente en California, Estados Unidos, ante las amenazas del régimen de Beijing.
A su vez, De Erausquin indicó, en diálogo con La Nación, que la hipótesis del origen artificial del virus fue confirmada en 2020 por dos equipos de investigación. El primero fue en Holanda y el otro, en Reino Unido. Ambos llegaron a conclusiones similares sobre la manipulación de la proteína del SARS-CoV-2.
El especialista agregó que el virus habría sido diseñado como parte de un proyecto para desarrollar una vacuna, pero que “se les fue de las manos”, por lo cual se escapó del laboratorio por “condiciones deficientes de bioseguridad” en las instalaciones de Wuhan: “Ahora se sabe quién lo financió y quiénes fueron los investigadores”, sostuvo. En este sentido, dijo que la información puede verse publicada en el sitio web oficial de la Casa Blanca. Lo que resta investigar es cómo el virus comenzó a circular entre la población general.
China se defiende: “Una filtración es extremadamente improbable”
A mediados de abril, el presidente estadounidense, Donald Trump, presentó una nueva versión del sitio web de la Casa Blanca sobre el covid-19, en el que asegura que el “verdadero origen” de la pandemia de 2020 fue que el coronavirus se filtró de un laboratorio chino. La web ofrece cinco argumentos a favor de esta teoría, entre los que destacan que Wuhan, la ciudad donde se registró el primer caso de contagio, también alberga el “principal laboratorio de investigación del (virus respiratorio) SARS” de China y tiene un historial por investigar con “niveles inadecuados de bioseguridad”.
Tras las acusaciones, China negó que la pandemia de COVID-19 haya sido producto de una fuga. De hecho, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning, sostuvo que los expertos de China y la OMS concluyeron que una filtración en Wuhan era “extremadamente improbable”.
En este sentido, la vocera sostuvo que la conclusión de una fuga improbable fue ampliamente aceptada por la comunidad científica e internacional. Además, recordó que esta postura se basó en las visitas realizadas a laboratorios de Wuhan durante las investigaciones conjuntas con la OMS.
Por su parte, la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) manifestó que, con un bajo grado de confianza y basándose en todos los informes disponibles, considera más probable que el origen de la pandemia esté vinculado a una investigación en laboratorio que a una transmisión de origen natural. En respuesta a esta postura, China acusó a Estados Unidos de politizar el debate sobre los orígenes del COVID-19. Mao Ning pidió a Washington que deje de culpar a otros países y exigió que comparta de manera proactiva con la Organización Mundial de la Salud los datos que posee sobre los primeros casos sospechosos.